¡Recogimiento! Ver a Dios en el trabajo, el teléfono y la presencia de Dios en el acontecimiento de cada momento. ¡Dios me está mirando! ¡Dios me escucha!

Estamos totalmente consagrados y sólo tenemos una ambición que nos ocupa las 24 horas del día: acelerar el reino de Dios en el mundo por 100.000 medios.

¡Hemos recibido mucho, mucho gratuitamente! Es mucho y mucho lo que debemos dar a los demás.

Nunca digas: “No hay nada que hacer con él”. Eso es negar el poder de la gracia y la misericordia de Dios.

Lamentamos la situación y seguimos sentados, esperando que otros actúen. Este método, tan querido por los egoístas y perezosos, no será nuestro método. Debemos actuar. ¡Actuaremos!

Llevar o traer de vuelta a Cristo: todo está ahí. ¡Todo lo demás está en vista de eso!

Jesús, soy tuyo. Este es el pensamiento más exultante que un alma puede saborear. ¡Soy CONSAGRADO y reservado EXCLUSIVAMENTE para los Asuntos del Padre! ¡Qué honor! ¡Qué alegría! ¡Qué responsabilidades! Padre Henri Roy

Para hacerte amar, querido Jesús, ¡todo está ahí para mí! ¡Sólo pienso en eso!