Este 24 de septiembre quedará marcado en los anales de nuestra Familia Apostólica, porque uno de los candidatos nos abre a un nuevo continente: ¡África! David Favor Lisboa trabaja en un hospital de Mozambique. Al dar la bienvenida a David, se invita a todos los miembros a hacer un esfuerzo adicional para conocer esta nueva cultura y realidad. Con demasiada frecuencia, África ha parecido lejana, desconocida, misteriosa. De repente, ¡está cerca!
Como dijo el Papa Francisco en un mensaje a los participantes en un Congreso Católico Panafricano el 19 de julio pasado, los pueblos de este continente tienen mucho que aportar: “Durante mis visitas a África, siempre me han impresionado la fe y la resiliencia de estos pueblos. Como comenté durante mi viaje a la República Centroafricana en 2015, ‘África siempre nos sorprende’.” ¡Es el deseo de toda la Familia dejarse sorprender por el soplo del Espíritu!
En cuanto a América Latina, también se añade un nuevo país a la lista en la que estamos presentes. Con Bredio Flórez, Panamá descubrirá la espiritualidad apostólica que hace latir el corazón de los miembros de nuestra Familia. Bredio, que trabaja como profesor, conoció a los miembros del Instituto Secular Pío X hace más de tres años, durante la Jornada Mundial de la Juventud en 2019. Desde entonces, ha hecho un discernimiento que le lleva hoy a solicitar la adhesión a nuestra Familia.
Por último, nuestra presencia en Nicaragua aumenta con la llegada de José Antonio Obando Obando, que estudia medicina. La situación política del país es tensa desde hace varios meses, pero a veces es en estas situaciones difíciles cuando el Señor nos invita a una entrega audaz. También aquí puede expresarse el profetismo y la llamada a la esperanza. El testimonio de vida se convierte entonces en un faro en la noche para que todos puedan seguir avanzando en esta búsqueda de justicia y paz para todos.
La internacionalización es una gracia que hay que acoger y vivir; ¡así es como el carisma del Instituto Secular Pío X sigue desplegándose más plenamente! Por supuesto, esto conlleva sus propios retos; la formación y el acompañamiento deben ajustarse a las nuevas realidades y hay que descubrir y probar nuevas modalidades para hacerlo. Al igual que la llamada de Dios ha tocado el corazón de hombres y mujeres en los lugares más inesperados, cada miembro y cada responsable está llamado a comprometerse concretamente en este acompañamiento.
¡Bienvenidos a David, Bredio y José Antonio! ¡Estarán con nosotros como hermanos en el camino para aportar su contribución a la construcción de un mundo nuevo! ¡Que el Señor venga a completar en cada uno de ustedes lo que ha comenzado!
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